Hace 7 años
jueves, 24 de mayo de 2012
Sorete
Mi ahijado de 4 entra en lo de mi vieja. Se frena. Me mira. Mueve la cabecita para los costados. Y dispara:
-Así que te han ‘choriado’ el celular Abi.
-Sí amor. ¿Te das cuenta qué feo?
-Horrible. Y todo te han choriado.
-Si Princi. Todo.
-Ya no tenés nada de nada de plata.
-Algo… pero poquito. Necesitaría un abrazo fuerte de ahijado amado.
-Sí. Eso necesitarías.
Y me abraza fuerte. Y me planta un beso en el cachete y me empapa de olor a colonia recién puesta. Y encima, me dice que me ama. Y yo me olvido del mal trago, de los pasos acelerados y torpes de seis pobres tipos, de la pistolita plateada y del Sr. Estado. Soy feliz y le digo que lo amo más. Me mira, ya despreocupadísimo por el asunto, y retruca:
-¿Te conté que Pierino ya no se anda tocando el pito todo el día?
-Ay amor, qué bueno. Menos mal. Ya aprendió entonces que es privado, como te expliqué el otro día.
-Sí. Pierino ya sabe que el pito se usa para hacer pis y punto.
Da por finalizada la charla, se da vuelta y se va solito en busca de su Porche rojo. Antes de llegar al patio pasa por el baño y me grita: “para hacer pis Abi. Sólo para eso”. Quiere que me quede claro. Le digo, conteniendo a más no poder la risa, que por supuesto, que tiene razón.
Igual, le queda latente el temita robo y ladrones. Indaga más. Quiere saber dónde se fue el ladrón, dónde vive, cómo es. No sé mi amor, se fue en una moto. ¿Tenés ganas de decirle algo?
-Sí. Sorete.
Es un sabio mi rey. Le digo que yo también le diría lo mismo y le canto la canción ‘Soretes para la cena’ de Capusotto, que le encanta (soy una madrina delicada y fina, claro está). Nos reímos y le planto un beso molesto de tía asquerosamente babosa. Ya no tengo mi celular y lo tengo que seguir pagando. No tengo las fotos ni mi billetera ni mis contactos. Pero tengo un ahijado que me alegra la vida y me hace la madrina más feliz del mundo. El resto, ahora, me importa un sorete.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)