sábado, 3 de abril de 2010

Lluvia


Me gusta la lluvia. Pero que me guste no significa que me alegre. Todo lo contrario. Me gusta, pero me pone triste. Hoy fue un sábado gris, lleno pero lleno de lluvia. A veces finita, a veces no tanto. Fumé como quince cigarrillos mientras miraba hacia la ventana y analizaba la forma de las gotas gordas que caían sobre el vidrio. Leí, ordené, vi dos películas a medias, tomé casi dos litros de mate y lloré un poquito. Un poco. La lluvia me pone así, me saca las lágrimas que me guardo en los días de sol. Pero igual la quiero. Me gusta mirarla, me gusta el fresquito que entra por la puerta del patio cuando llueve, me gusta que me haga acordar que a veces es bueno sacar las lágrimas, me gusta que sea sábado y llueva. La lluvia y la soledad se llevan bien. Y yo, de a poco, estoy aprendiendo a llevarme bien con ese nuevo combo…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dìas de cielo gris plomizo tristes pero necesarios para sacar el dolor q se lleva dentro.

Es necesario exteriorizar el dolor, hacerle frente y superarlo.

Te quiero amiga,

Lau

María Abraxas dijo...

Mi fiel lectora.... Gracias, amiga... Arriba el 2010. Le pongo fichas yyyyyyyyidicula!!! jajaj. Te quiero mucho. Ya llegará un relatito más cómico, como los que a usted le gustan. Beso...

alvaro dijo...

sin leer este de la lluvia opine en Despedida...justo sobre las lagrimas..lo mismo digo...tkm